Por Lorena González Boscó
Hace tiempo vi una película sobre una pareja inglesa que no podía tener hijos y fueron a la India a buscar un vientre que les pudiera cumplir sus sueños de paternidad y maternidad, respectivamente.
Mientras, en la India, una bailarina quería ser estrella de Bollywood, pero necesitaba dinero para entrar en ese ambiente, y la propuesta de alquilar su vientre parecía la forma de lograr los recursos necesarios de una manera, no fácil, porque vivir el embarazo y parir un hijo, aunque aparentemente parece sencillo porque sino no seríamos tantos en el mundo, en realidad el embarazo tiene sus complicaciones, pero a la bailarina apelaba a su juventud y pronta recuperación.
Se hizo el trato, lo que incluía los honorarios por el servicio del alquiler del vientre, la atención médica prenatal y el parto, pero en uno de los estudios resultó que el bebé, al parecer, tenía Síndrome de Down, y entonces los padres dijeron “ahí te quedas con el niño, se deshace el trato”, y en la India como en muchos lugares del mundo el embarazo subrogado no está legislado.
Estos adelantos sobre la película “Madre Sustituta” son para dar pie a una conversación intrapersonal del tema, sin pretender ninguna conclusión, salvo la que te hagas amable lector desde tu Habitación Propia por el tema, y por ello te dejamos aquí algunos puntos para tu reflexión:
- En México, los Estados que tienen legislado el tema son: Tabasco, en su Código Civil; Sinaloa y Querétaro en sus códigos familiares. Michoacán, Sonora, Coahuila, Zacatecas y la Ciudad de México han intentado legislar sobre el tema, pero sin éxito.
- De acuerdo con una investigación realizada por UNAM Global, hay anuncios publicados en redes sociales, donde el pago de este servicio puede ser entre 200 y 450 mil pesos.
- De acuerdo al Surrogacy Market 2023-2032 los embarazos subrogados se han convertido en una industria que alcanzará en el mundo los 129,000 millones de dólares para 2032.
- Cada vez más se empieza a tener hijos más tarde en la vida, lo que aumenta las tasas de infertilidad y lleva a la fertilziación in vitro y, si esto no funciona, entonces se considera el embarazo subrogado.
- El portal Bussines Insaider considera que para 2027 este mercado pude valer 90,000 mdd en 2027, y hay muchos inversores dispuestos aportar capital.
Los datos expuestos nos revelan lo adelantado que esta el mercado en este tema y que seguramente esto no hubiera sido posible, si, por decirlo de alguna manera “el hambre no se hubiera juntado con la necesidad”.
Esta idea de tener hijxs de la propia sangre, no cesa, ni asegura que madres y padres den lo necesario a sus hijxs. La paternidad o maternidad tiene que ver quizás hoy día con tener la capacidad, sí económica para sostenerlos, pero también emocional, para hacer de un niño o una niña una persona autosuficiente y crítica y saludale de alma y cuerpo, ese es el verdadero desafío que deben enfrentar papá y mamá, y la consaguinidad no asegura necesariamente esos beneficios.
Sin tener datos confiables, salvo los del mercado, muchas mujeres acceden a esta práctica en México, por diversas razones que van desde la falta de recursos hasta las ambiciones personales, lo que no exime de vulnerar a la mujeres y las futuras infancias, por ello antes que cualquier idea de alquilar un vientre, por la infertilidad o no querer exponer el cuerpo a un embarazo, habría que cuestionarse seriamente lo que hay detrás de la experiencia de alquilar un vientre.
*Esta nota fue entregada (y recibida) con mucho amor, sueño con que algún día este trabajo no solo será agradecido, sino también remunerado y ustedes serán aliadxs.
