Casa Compartida

Eknakán, reflejo de una sociedad que demanda programas de intervención educativa para desaprender violencia

La Intervención Educativa como herramienta para difundir los derechos de la niñez en Yucatán. 

Por: Nadia Tecuapetla

La preocupación hacia la niñez, en comunidades alejadas de programas desarrollo integral, pero con avidez de atención, a causa de la vulnerabilidad que les rodea, fue el motor que impulsó a Alondra Guadalupe Medina Ocuc y Margarita  Pech, con el acompañamiento de la pedagoga maya Bertha Pech Polanco a realizarse el proyecto “Promoción de los derechos de las niñas y los niños con enfoque de convivencia intercultural” en la Escuela Primaria Multigrado “Ricardo Molina Solís”, como parte del programa de Prácticas Profesionales de la Licenciatura en Intervención Educativa, impartida por la Universidad Pedagógica Nacional de Mérida, cuya trascendencia social está guiada por la necesidad de garantizar un desarrollo integral de los menores, libres de violencia.

El proyecto de investigación, corresponde a la línea de interculturalidad, en el ámbito Procuración de Derechos Humanos y de la Naturaleza, con duración de un año y medio. Tanto Alondra, originaria de Mérida, como Margarita, nacida en la localidad de Cuzamá (a unos 50 kilómetros de Mérida), son primas, y su familiaridad con la comunidad Eknakán, Cuzamá, les hizo darse cuenta de normalización de distintas formas de violencia en el lugar, como un reflejo de Yucatán, y que muchas veces recae en las infancias. Siendo éstas últimas, tratadas con frecuencia por los adultos con indiferencia, y dejando de lado, su capacidad de ser lastimadas.  Fue entonces que surgió la idea de hacer accesibles los derechos infantiles y que éstos continúen haciéndose efectivos, al crecer.

Foto: Nadia Tecuapetla

Para Alondra Medina, la experiencia de estar en la comunidad, le permitió “poder abrir su mente” y reflexionar sobre las diversas necesidades que existen en localidades como éstas, tras comparar una vida más sencilla, en su lugar de origen. El poco acceso a la luz, internet, y lo que considera, como una de las principales causantes de la incidencia en el alcoholismo y drogadicción de los jóvenes y adultos, como la falta de actividades extracurriculares; llevaron a Alondra a desarrollar una visión menos “egoísta” y a desarrollar un amor hacia  las niñas y niños que no había experimentado antes, así como darse cuenta de una peculiaridad en torno a sus identidades de los menores, como “la pureza y bondad”, que merecen ser cuidadas.  

Mientras que, para Margarita Pech, haber sido parte del proyecto le brindó una gran experiencia profesional. A partir de cuentos colectivos y reflexiones, y del reconocimiento de 10 derechos de las y los niños, como: el derecho a la identidad, a la alimentación, a tener una familia, además de un entorno digno, así como el derecho al juego, a la no discriminación y al cuidado del entorno, pudo constatar, cambios de comportamientos, así como ver una mayor seguridad de los alumnos y sus compañeros.

Por su parte, la maestra Bertha Pech, docente de la ya antes mencionada universidad, comentó que muchas de las violencias que se viven en la familia, se ven reflejadas en el espacio escolar y la convivencia con sus compañeros.

“Cuando ellas me hablaron de violencia en la localidad, quise acompañarlas en su proyecto, tratando de darle enfoques más específicos; decidimos abordar los derechos de las niñas y niños, con la intención de que se conozcan y buscando garantizar un desarrollo emocional, físico, psicológico, mental, cultural y que impacte en los social”.

Asimismo, como integrante del Comité para la protección y Respeto de los Derechos Humanos de los Pueblos y las Comunidades Indígenas de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Yucatán (CODHEY), la pedagoga facilitó el acercamiento  de la comunidad educativa y el programa de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes de la CODHEY,  mediante el cual se llevó a cabo  el teatro guiñol “Nuestro amigo Juan”, y pláticas para padres y madres familia, sobre los derechos y responsabilidades de las infancias. Con la finalidad de fortalecer la cultura de paz y no no violencia en la escuela. En la jornada también participaron los niños y niñas del preescolar indígena “Ricardo Palmerín”.

La plática a cargo de la psicopedagoga, Ivonne Becerra Cohuo existe en Yucatán, desde hace más de 15 años, para educación inicial y básica y está dirigida a madres y padres, para abordar los temas de derechos y responsabilidades, en que se éstos puedan darse cuenta si están incurriendo en alguna falta hacia su la respuesta y de la buena participación de los padres y madres de familia. Becerra comenta también, que este tipo de intervenciones son muy necesarias en el estado, aunque le gustaría poder abarcar cada rincón de éste.

Foto: Nadia Tecuapetla

La maestra Pech Polanco, como integrante del Comité de Derechos Humanos de los Pueblos Indígenas, comentó que respaldó la implementación de este proyecto pues unos de los objetivos de dicho Comité es contribuir a crear un entorno donde se reconozcan y respeten plenamente los derechos de los pueblos y comunidades mayas.

Por último, la activista resaltó la importancia y necesidad de atención de las comunidades al interior de Yucatán, ante los pocos espacios dedicados al esparcimiento cultural, talleres para padres, los servicios de atención psicológica y de violencias, que permitan desaprender prácticas de padres e hijos. Lo anterior tomando en cuenta la incidencia de suicidios en Yucatán, que ocupa una de los tres primeros lugares a nivel nacional y donde la mayor tasa de mortalidad la ocupan los jóvenes, quiénes muchas veces experimentan entornos violentos y sensaciones de soledad. 

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